miércoles, 31 de agosto de 2011

Gama sí construyó en Lomas de Tafí

José Ignacio Sbrocco

El empresario Jorge Garber, socio de la constructora GAMA SRL, sí construyó casas en Lomas de Tafí. Al menos eso se desprende del informe de gestión del Instituto de la Vivienda y que fue publicado en el libro “José Alperovich, el zar tucumano”, que escribí junto con Nicolás Balinotti y editado por Dunken.
Según los datos oficiales, entre GAMA y Tensolite construyeron un paquete de 346 viviendas, que fueron entregadas en diciembre de 2010.
Gama construyó 118 viviendas mientras que Tensolite hizo las 228 restantes. Lo curioso es que las dos empresas cobraron prácticamente lo mismo pese a que una edificó muchas más casas que la otra.
El monto contratado a Gama era $12.709.683,36 pero con la redeterminación de precios, la empresa cobró finalmente $21.613.065,07. La suerte de Tensolite fue sensiblemente peor. Tenía contrato por 12.708.931,90 y cobró 22.154.376,77 por la actualización de los precios. En definitiva, Tensolite percibió 541.311 pesos más que GAMA, pese a haber construido 110 viviendas más.
En términos porcentuales, GAMA percibió un incremento del 70 por ciento del valor del contrato, mientras que Tensolite mejoró sus ingresos un 74 por ciento.
Según se describe en la biografía no autorizada del gobernador, Garber sería primo del gobernador. Así lo indicaron empresarios de la construcción que vieron a los dos fundirse en un gran abrazo y al gobernador consultarlo sobre una tía en común.
GAMA fue una de las grandes beneficiadas con el reparto de obras públicas en la provincia, gracias a las contrataciones directas. En lo que va de la gestión de Alperovich, el empresario recaudó casi 114 millones de pesos sólo en el Instituto de la Vivienda. Además realizó obras en la municipalidad capitalina y otros organismos públicos que hizo incrementar su ganancia aún más.
Garber había indicado que esa empresa “no construyó ninguna casa en Lomas de Tafí”.
“Nuestra actividad (en ese emprendimiento habitacional) se ve reflejada en obras de infraestructura generales. Y en la construcción de dúplex”, en referencia a un artículo publicado por el sitio eldiario24.com, y que fue reflejado en forma textual por Contexto, en el que se señalaba la molestia de vecinos de Lomas de Tafí por graves problemas en las construcciones.
Garber explicó que “las casas donde se encuentran supuestas fallas señaladas en la nota fueron logradas fuera de todo accionar posible de la empresa que represento”.
Agregó que “la nota va acompañada de un video con manifestaciones de adjudicatarias que en sus quejas mencionan a otra empresa y nunca a Constructora Gama. En Lomas de Tafí ejecutaron obras como 20 empresas constructoras y el IPV tiene todos los datos y detalles”.
Garber, por otra parte, dijo que Constructora Gama es una empresa de prestigio que ha crecido “como fruto del esfuerzo de socios y empleados. Actualmente, 250 empleados forman su planta permanente, y otros 350 empleados más trabajan indirectamente en obras en curso”.
Además, el empresario señala que “lejos estoy de ser el responsable” en la caída del anfiteatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, y que resulta irresponsable “considerar a la Constructora Gama causante del suceso acaecido” en ese edificio universitario.




viernes, 26 de agosto de 2011

"El Zar tucumano", el libro "maldito" que el gobernador Alperovich intenta silenciar

Acá les dejo el link con la entrevista que me hicieron en Cadena 3 de Córdoba sobre el libro.

También pueden escuchar ahí mismo el audio de la entrevista.

José Sbrocco

miércoles, 24 de agosto de 2011

Nueva edición, nuevos puntos de ventas

Ante el cerco que le impusieron a algunas librerías para vender el libro José Alperovich, el zar tucumano; los autores José Ignacio Sbrocco y Nicolás Balinotti crearon nuevos puentes para vender el libro, editado por Dunken.

En Tucumán se lo puede conseguir en:
Librería El Quijote de Tucumán (Chacabuco y San Lorenzo)
Kioscos de revistas: El Molino, en la San Martín y Junín, al lado de la Caja Popular por la calle San Martín, en la San Martín y Rivadavia, en Lamadrid y Congreso, en la 25 de Mayo y Santiago.
En Yerba Buena: Kiosco Polito (avenida Aconquija al 2000)
Pero la novedad es que también lo podés conseguir en Mercado Libre, haciendo clik aquí

En Buenos Aires, lo podés pedir en Editorial Dunken (Ayacucho y Corrientes) y en Librería Hernández (Corrientes al 1300 y al 1400). En la editorial lo podés pedir por internet también en la página de la editorial.

martes, 16 de agosto de 2011

La inútil retórica del silencio

Pobre Miguel Frangoulis. ¡Qué pena lo de Mario Kostzer! Una lástima la frágil autonomía de la agencia privada que distribuye los diarios y revistas en los quioscos tucumanos. Causa desdicha, también, leer un informe periodístico sobre las lecturas preferidas de los tucumanos. Entre tantos títulos mencionados, ni siquiera se enumeró fugazmente el nombre de una obra que, bien o mal, bajó en tinta la manera en cómo se ejerce el poder real en la provincia. Existe una preocupante verdad: los tucumanos comentan en los café sobre esta obra más que leerla. Es así por una subterránea prohibición que limitó su venta y distribución.

Sin embargo, a pesar de estas restricciones, la obra “José Alperovich. El zar tucumano” ya se imprimió por segunda vez a través de la editorial Dunken. Esto demuestra la avidez de un lector interesado por ampliar su caudal de conocimiento en un distrito en el que, a veces, se mantiene un oxidado monopolio de la información.
El amplio debate cultural parece no haber pasado las fronteras de la provincia. Frangoulis, dueño de la librería El Griego, lejos de promover la pluralidad que emana el mundo de los textos, se fastidia ante el público que cruza las puertas de su comercio y consulta por “El Zar”. Ahuyenta al cliente con una ligera réplica política, como si fuera él quien debiera defender al gobernador Alperovich. Frangoulis no es un funcionario. Es un revolucionario de café. Sólo eso…de café y de palabras. No en los hechos. No se conocen sus gestas.

Famoso por su simpática obra “El pelotudo argentino”, Kostzer sí es un innovador en lo relativo a los textos. Sus ideas vanguardistas se reflejaron en su título. También en su búsqueda por hacer de su comercio, La Feria del Libro, un sitio mucho más rentable que un stand con libros. Allí montó su editorial de textos, aunque se desconoce si reglamentó un derecho de admisión, como lo hizo para vender “El zar tucumano”. Una pena, siendo Mario tan capaz.

La agencia Rómulo Guzmán se excusó de distribuir “El zar” dejando en claro que es una firma privada que carece de libertad e independencia. “Apretaron al dueño”, explicó derrotado el empleado Fernando Torres al romper el acuerdo que había sellado apenas unas horas antes con los autores del libro.

¿Qué leen los tucumanos? Muchas cosas. El tucumano es culto y exigente. Así como es capaz de engullirse en una noche a Auster, Oé o Kapuscinski, también es atraído por las historias de la política contemporánea. Sean historias lejanas o domésticas. Por eso, más allá de las omisiones de un suplemento dominical, suponemos que en más de una biblioteca o en alguna mesa de luz, una obra de “El zar tucumano” descansa a la espera de ser leída.

Quienes escribimos, queremos ser leídos. Es obvio. Y nos sentimos leídos, a pesar de las inútiles restricciones, los caprichos y el rol genuflexo de muchos comerciantes.

Gracias a todos los lectores y a su respaldo para que “El zar” se divulgue y se distribuya. Gracias a todos por esta nueva edición que ya circula pese a la retórica excluyente del silencio que ciertos sectores aún pugnan por imponer.